Si uno le presta atención a un político, un socialista y sobretodo a un populista, esa persona habla de supuestos derechos colectivos. Invariablemente pone un grupo contra otro. Los pobres vs los ricos. Los indígenas vs los forasteros. Las mujeres vs los hombres. Los cristianos vs los musulmanes. Los nativos vs los extranjeros. Los empresarios vs los obreros.
El político se presenta como defensor de un grupo víctima designado. En realidad solo busca el poder.
No existe ningún tal grupo como entidad ontológica porque cada persona es un mundo.
Del mismo modo tampoco existe esa ente colectiva llamada el estado.

Escuche bien y verá que al quitar esa ficción los argumentos socialistas y populistas se colapsan. No es necesario discutir en defensa de un grupo u otro. Solo hay que señalar la falacia lógica.